El ser humano, un colaborador imprescindible
Nuestros abuelos sabían escuchar a la madre tierra. Nuestras tradiciones son el legado de todo lo que aprendieron de ella. Podemos sentirlo a través del ciclo ritual de expresiones festivas y manifestaciones gastronómicas del territorio, el cual está claramente vinculado al ciclo natural de las estaciones y la naturaleza.
Hoy en día nos enfrentamos a un nuevo reto. Debemos aprender a prosperar y crear bienestar para nuestra tierra sin poner en peligro su patrimonio ecológico y cultural. Nuestro futuro depende del equilibrio entre tradición e innovación, entre desarrollo y medio ambiente.